Espirometría en deportista

Espirometría en deportista

Es fundamental tener un buen funcionamiento del sistema respiratorio que no impida alcanzar un buen rendimiento deportivo. Para evaluarlo a través de los reconocimientos médicos se debe realizar una historia clínica y una exploración física imprescindible para cualquier deportista: se comienza con un examen visual de la estructura del tórax, que identifique anomalías o malformaciones que pudieran orientar enfermedades del crecimiento o posibles dificultades del sistema respiratorio en su función. No hay que olvidar hacer una exploración rápida de las vías respiratorias superiores (permeabilidad nasal, faringe, presencia de adenopatías, etc.). Tras ello, se realiza una auscultación de la caja torácica por delante y por detrás, de forma simétrica y comparativa. También se debe valorar la movilidad del tórax y medir el perímetro torácico. La mayoría de los pacientes que presentan síntomas respiratorios no necesitan ninguna prueba complementaria específica, pues se resuelven sin mayor problema.
Los deportistas de élite así como pacientes con patología respiratoria sospechosa deben incluir en su reconocimiento una espirometría basal forzada. Ésta es una técnica no invasiva que proporciona gran cantidad de información sobre el estado de la función pulmonar. Es una herramienta sencilla, rápida y económica que resulta obligatoria antes de cualquier prueba de esfuerzo.

Se utiliza para valorar la función pulmonar midiendo volúmenes, capacidades y flujos espiratorios. Permite conocer los valores estáticos de la ventilación pulmonar y de forma indirecta, la capacidad de la musculatura respiratoria. Ayuda a diagnosticar la presencia de procesos respiratorios crónicos obstructivos, restrictivos o mixtos como por ejemplo el asma o EPOC. Además, ayuda a hacer el seguimiento de la terapia y de la evolución del proceso.
El entrenamiento deportivo mejora la resistencia y la fuerza de los músculos respiratorios en atletas, reduce la resistencia de los canales respiratorios, incrementa la elasticidad pulmonar y la expansión alveolar con un aumento de las capacidades y volúmenes pulmonares. Mediante la espirometría es posible cuantificar esta mejoría, puesto que valora el funcionamiento de los pulmones, determinando la capacidad pulmonar total de una persona, es decir, mide el volumen de aire que esta puede inspirar y exhalar de sus pulmones y la rapidez con la que puede mover dicho aire. Para poder interpretar éste examen, se utilizan las gráficas de flujo-volumen y volumen-tiempo. Así pues, comparando la cantidad de aire que puede mover una persona con los valores de referencia se puede establecer si la función respiratoria es normal descartando alteraciones respiratorias que pongan en riesgo su salud deportiva, así como evaluar progresivamente el rendimiento deportivo de cada deportista.

Dra. Elo Lillo
masQsano

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